domingo, 25 de septiembre de 2016

Nuevo estudio norteamericano


Estados Unidos.- Un nuevo estudio realizado por un investigador cristiano, revela que la curación física puede ocurrir como resultado de poder de la oración. El doctor Andrew Newberg, director de investigación de Thomas Jefferson Hospital y Medical College en Pennsylvania, dirigió el estudio, en el que los escáneres cerebrales de resonancia magnética, demostraron que hay poder en la oración. El estudio también encontró que la oración es muy parecida a un entrenamiento físico para el cerebro....

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domingo, 27 de marzo de 2016

El Poder del Rosario contra la brujería


Drogadicto y gay salvado y regenerado

Este es el testimonio de Fabio McNamara, compañero de Almodóvar en la movida madrileña y tocado por el dedo de Dios gracias a un SIDA terminal. 25 años después, sigue vivo y feliz de haber sido salvado y regenerado por la Gracia de Dios, y dando testimonio de ello. Así lo contó en Colmenar de Arroyo el mes pasado
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Cuenta como en su infancia rezaba en Rosario cada tarde en familia, y durante su éxodo de la Tierra Prometida, sus padres no dejaron de rezar por él, esperando contra toda esperanza.

Y ocurrió el milagro....


sábado, 2 de enero de 2016

La oración de un hermano

Un modelo y actor prometedor abandona la farándula ante el poder del Santísimo Sacramento

"¡Nunca duden del poder de la oración! Porque hasta el más grande pecador puede, con la gracia de Dios… Mi alma al ver el Santísimo saltó como un niño dentro del vientre de su madre". Con estas palabras explica Mario Herrera Su transformación vital, de modelo y vividor a hijo pródigo retornado.

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sábado, 24 de octubre de 2015

La oración desvía huracanes


Así ha ocurrido ayer con el mayor huracán de la historia, llamado Patricia. Todo indicaba que el huracán, por registrar una categoría superior a 5 podía tener un impacto tremendo al tocar tierra. Ayer, en las noticias de las 5:30 pm, por primera vez le escuché decir al actual Secretario de Turismo de Méjico que algo fuera del pronóstico y por lo tanto inesperado estaba ocurriendo; ya que el muro del huracán en lugar de abordar de frente las playas y ciudades se había desviado un poco, y con esto, la sierra de Jalisco-Nayarit le estaba haciendo frente para reducir su intensidad. Las evidencias eran sólidas, ya que la clasificación y trayectoria habían sido determinadas por expertos (National Hurricane Center, Conagua y la tripulación del caza huracanes). Esta ligera desviación que convirtió a un violento huracán en una tormenta tropical, merece fortalecer nuestra fe.


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jueves, 17 de octubre de 2013

PRESENTACIÓN


Dios quiere dar a la humanidad doliente un abrazo de amor. Quiere derramar Su Misericordia sobre este mundo herido y perdido para renovarlo y darle Su Vida, que es paz, salud, energía y amor. Por medio de Su hijo Jesucristo, quiere sanar a los enfermos que acudan a El con confianza, implorando Su Misericordia, como reveló a Santa Faustina Kowalska en 1930 y reconoció el Papa Juan Pablo II al establecer la Fiesta de la Divina Misericordia. Por ello hemos creado un grupo de oración dirigido a enfermos, tanto mentales como físicos, especialmente los desahuciados por la medicina. Este es el caso de los enfermos mentales crónicos, especialmente los que sufren esquizofrenia, pero igualmente, el proyecto EL ABRAZO DE DIOS (EAdD) se dirige a todos los enfermos, de cualquier tipo o creencia.

Ante el aumento espectacular de enfermedades físicas y mentales, y de crímenes derivados de ellas, viendo la inoperancia y/o ineficacia de la Administración, ofrecemos este nuevo recurso terapéutico para responder a la situación crítica de nuestra sociedad. La novedad de este recurso no es tal, pues en numerosos países se viene realizando, desde hace años, este tipo de iniciativas en hospitales públicos, con éxitos notables y constatados. Algunos de estos estudios sobre el efecto curativo de la oración están reseñados en este blog, pero hay muchos más accesibles por Internet.

El proyecto EAdD consiste en la creación de grupos de oración en hospitales para rezar por los enfermos que soliciten nuestra oración, tanto personalmente o a través de sus familiares o amigos. La oración del grupo será la Corona de la Divina Misericordia, cantada y meditada según la versión propia de que disponemos para el proyecto. Posteriormente registraremos la evolución de las personas por las que hemos orado para constatar su mejoría, y realizaremos un estudio epidemiológico a tal efecto. El proyecto está dirigido por una psicóloga especializada en terapia psicoespiritual.

Todos los interesados en participar en el grupo de oración y/o en el estudio, pueden dirigirse a abrazodedios08@yahoo.es. Nuestro objetivo es llevar esta iniciativa a todos los hospitales de España, y ofrecemos nuestro material y asesoramiento a quienes quieran crear grupos en sus localidades.

"Si el afligido invoca al Señor, El lo escucha y lo libra de sus angustias" (Salmo 33)

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sábado, 30 de marzo de 2013

ESTUDIOS SOBRE LA FE Y LA SALUD

Rezar por los enfermos favorece su curación

Nuevo estudio publicado en el Southern Medical Journal (leer)

Tener fe y practicarla es bueno para la salud: reduce el riesgo de depresión, problemas cardíacos y otras enfermedades

Tener Fe y rezar no sólo alimenta el alma, sino que también beneficia al cuerpo.
Así lo demuestran muchos estudios médicos y científicos que han sido publicados recientemente.

- Según un estudio patrocinado por el Instituto Nacional Norteamericano de Salud Mental, la Fe religiosa, por sí misma, independientemente de la intervención médica, puede ayudar a las personas a recuperarse de graves problemas psicológicos. Además, descubrieron que cuanto más fuerte es la Fe de una persona, más rápidamente se recupera de la depresión, especialmente si está incapacitado o tiene una enfermedad crónica.

- Otro estudio de la Universidad de Berkeley, California, descubrió que las personas que van a misa una o más veces a la semana tienen índices de mortalidad de un 25-35% más bajos que los que no van a Misa. También, un estudio de Carolina del Norte realizado con 4.000 ancianos, descubrió que los que frecuentan más las ceremonias religiosas tienen menos depresiones y enfermedades físicas y su presión arterial es más baja.

- En 2001, el Instituto americano de Salud (NIH) encargó a una profesora de medicina, escéptica y no practicante, que hiciera un estudio sobre el nexo entre religión y salud. Los estudios mostraban un 25% menos de mortalidad entre los que iban a ceremonias religiosas al menos una vez por semana.

- Según ese estudio, la Fe genera comportamientos beneficiosos para la salud, como la oración, la esperanza, y valores que no animan a vicios como beber, fumar, o la infidelidad. También la promoción de la castidad y una manera adecuada de vivir la sexualidad, según el estado de vida de cada uno, es un antídoto contra las miles de enfermedades de transmisión sexual. Y las personas creyentes tienden a ser más optimistas y a tener más autoestima, lo que favorece la salud. Tanto es así que al menos 20 facultades de Medicina de EEUU ya ofrecen cursos de espiritualidad, porque se han dado cuenta de la importancia que tienen las convicciones y las creencias religiosas en la salud de los pacientes.

La oración tiene un enorme poder de curación. Según algunos estudios, la oración reduce los problemas de corazón, la hipertensión y el cáncer.

- En la Univ. de Pavia, en Italia, se observó que los adultos que rezaban el Rosario tenían mejor funcionamiento cardiopulmonar, y en un estudio con 1000 pacientes del Hospital Saint Luke, aquellos por los que rezaban otras personas, sin decírselo, corrían mejor suerte que las demás.

- En 1988, la Universidad de California en San Francisco estudió casi 400 pacientes del Hospital General. Les dividieron en 2 grupos: en uno de ellos recibieron oraciones, y el otro no, o sea, se encargó a grupos católicos y protestantes que rezaran por un grupo, mientras por el otro no se rezó. Ni las enfermeras, médicos ni los pacientes sabían por quienes se estaba rezando y por quienes no. Tampoco unos estaban más enfermos que otros. Al terminar el estudio, el grupo por el que se había rezado parecía haber recibido una droga milagrosa.


Bibliografía:

· Palabras que curan de Larry Dossey MD. - Ediciones Obelisco
· Tiempo, Espacio y Medicina de Larry Dossey MD.
· Principios de Autocuración de Norman Cousins – Ed. Urano
· La Fe, fuente de salud de Bernhard Häring – Ediciones Paulinas
· Making Miracles de Paul Pearshall PhD.


Marianne Szegedy-maszak
http://www.selecciones.com.mx/content/21658/

Aunque toda su vida ha profesado la fe católica, Geri Stratman, residente de Omaha, Nebraska, de 75 años, no se considera particularmente devota; sin embargo, cuando un médico le diagnosticó linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer, de inmediato se puso a rezar. Pronto su familia también estaba orando por ella: sus cinco hijos, un hermano que es sacerdote y cuatro hermanas, de las cuales una es monja. Además, acudió a las Siervas de María, congregación de religiosas que se dedican a cuidar enfermos y a rezar por ellos, en especial por los que padecen cáncer. Cada mes, esta orden recibe una lista de nombres de entre 75 y 100 personas que necesitan que se ore por ellas. La hermana Jean Morrow, superiora provincial de la congregación en Omaha, explica: "En realidad, no es que los enfermos esperen un milagro en forma de una curación física. Más bien buscan obtener fortaleza y ánimo al saber que otras personas se preocupan por ellos y los apoyan con sus oraciones".

Geri Stratman sintió ese apoyo. ¿Tuvo algún efecto? "Estaba yo en un grupo de seis personas y todas teníamos algún tipo de cáncer", cuenta. "Soy la única que queda con vida y no sé por qué. En ocasiones me pregunto por qué sobreviví, si las demás tenían tanta fe y rezaron tanto como yo". Esta es una de esas preguntas que quizá nunca nadie llegue a responder satisfactoriamente, pero seguimos intentándolo. Analizar y cuantificar los efectos de la oración sobre la salud se ha vuelto un prolífico campo de estudio científico (algunos lo llaman pseudocientífico). Los investigadores están tratando de saber si la eficacia de la oración se puede evaluar de la misma manera que la de otros tratamientos. Para ello, han realizado estudios con personas enfermas: además de medicamentos y terapia, algunas reciben el beneficio de que se rece por ellas, mientras que otras que padecen la misma enfermedad reciben sólo el tratamiento habitual.

Uno de los primeros estudios se llevó a cabo en la unidad coronaria del Hospital General de San Francisco, California, en 1988. Los investigadores observaron que los pacientes por quienes rezaban otras personas tendían a recuperarse con menos complicaciones que los que recibían sólo el tratamiento habitual; además, esos enfermos necesitaron 80 por ciento menos antibióticos que los otros pacientes, y su riesgo de presentar inflamación pulmonar se redujo en 66 por ciento (ver arriba).

Algunas personas cuestionan la validez científica de estos estudios y sus hallazgos, pero los resultados son tan asombrosos que el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa del Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos (Ministerio de Sanidad) ha destinado 6.2 millones de dólares, en dos años, a la investigación de la correlación entre la salud y la oración, la espiritualidad y la meditación.

Los creyentes no dudan que rezar ayuda a sanar. Una encuesta reciente realizada por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de Estados Unidos reveló que 43 por ciento de la población adulta de ese país había orado por su propia salud a lo largo del año anterior, y que más de la mitad de los encuestados habían rezado por su salud en algún momento de su vida. Además, los cardiólogos afirman que 97 por ciento de sus pacientes imploran a Dios unas horas antes de someterse a una operación.

El sentimiento de relación con un ser divino tiene efectos psicológicos profundos. Rezar puede reducir la ansiedad y la preocupación, proporcionar tranquilidad y despertar la solidaridad de la gente. También ayuda a modificar malas conductas, como han comprobado muchos alcohólicos y drogadictos en rehabilitación.

En síntesis, la oración tiene que ver con ámbitos de la conciencia que aún no hemos explorado; con lo que los creyentes llaman el alma, el espíritu o alguna otra parte inmaterial del ser humano. Resulta irrelevante si los rezos obtienen respuesta o no; para los creyentes, el verdadero poder de la oración jamás residirá allí.

El poder curativo de la oración

Aunque no existen pruebas absolutas de que rezar cura, muchos médicos citan casos de recuperación que no pueden atribuirse a otra causa. Se sabe que la fe y la espiritualidad reducen el estrés y estimulan el sistema inmunitario. “Al entrevistar a unos pacientes ancianos para un estudio”, dice Colleen McClain-Jacobson, investigadora de la Universidad Fordham de Nueva York, “observé que aquellos para quienes la religión había sido parte fundamental de su vida gozaban de mejor salud que los que eran ateos. Al parecer, hay una relación entre la fe y la función inmunitaria”.

Un estudio en adultos mayores, realizado en 1997 por Harold Koenig, del Centro Médico de la Universidad Duke, reveló que los que asistían a actos religiosos con regularidad corrían menor riesgo de tener una concentración alta de interleucina-6, proteína de la respuesta inmunitaria relacionada con factores inflamatorios, lo que indicaba un sistema inmunitario más sano que el de aquellos que no asistían.

En otro estudio llevado a cabo un año después con 4000 adultos, Koenig observó que los que rezaban a diario y asistían a oficios religiosos todas las semanas eran menos propensos a la hipertensión que los que no oraban ni iban a la iglesia.

Un estudio efectuado en 2004 por la Universidad de Iowa encontró un vínculo entre asistir a la iglesia y la longevidad.

En un estudio efectuado en 2001 con mujeres que presentaban metástasis de cáncer de mama, S. E. Sephton, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville, descubrió que las que consideraban importante la espiritualidad tenían un mayor recuento total de leucocitos y linfocitos que las que no, lo que indicaba un sistema inmunitario más fuerte.

Un estudio de enfermos de Sida realizado en 2002 mostró que los pacientes más religiosos presentaban una menor concentración de la hormona del estrés cortisol que los otros, y que la frecuencia con que rezaban se relacionaba de manera significativa con el tiempo de supervivencia.